BBC News.- Su mensaje era directo y claro: “Necesitamos quedarnos en casa, si pueden. Este no es el momento de relajarse”.
Con esas palabras, el alcalde de Austin (Texas), Steven Adler, parecía orientar a los residentes de esa ciudad a seguir los consejos que la comunidad científica ofrece para evitar el contagio y la propagación de coronavirus.
Pero Adler envió ese mensaje mientras se encontraba con su familia de vacaciones en un resort en Cabo San Lucas, una localidad turística en el estado mexicano de Baja California, por lo que ahora muchos le acusan de hipócrita.
Su viaje se produjo en una época en la que Estados Unidos vive un crecimiento incesante de casos de covid-19.
En su defensa, este político -perteneciente al Partido Demócrata- asegura que no violó sus propias normas.
Entonces, ¿qué pasó?
Una boda, un vuelo privado
Según dijo Adler al Austin American-Statesman, diario que reveló su viaje: “Durante ese periodo no había recomendaciones para que la gente no viajara”.
“Alguien me podría mirar y decir ‘él viajó’. Pero lo que no podrían decir es que viajé en un momento en el que le estaba diciendo a otras personas que no lo hicieran”, agregó.
Según el Austin American-Statesman, el mes pasado Adler organizó la boda de su hija en un hotel de lujo en la ciudad. Al festejo, que se realizó al aire libre, acudieron 20 invitados.
El alcalde reconoció al periódico que las máscaras distribuidas a los invitados “probablemente no” se usaron todo el tiempo.
Al día siguiente, el alcalde y otros siete asistentes a la boda abordaron un jet privado hacia el resort frente al mar de Cabo San Lucas, donde pasaron una semana en un apartamento de tiempo compartido familiar.
Una noche, durante esas vacaciones, Adler se dirigió a los residentes de Austin en un video de Facebook, sin dar pistas de que estaba fuera de la ciudad, informa el periódico.
“Necesitamos quedarnos en casa si pueden. Este no es el momento de relajarse. Vamos a estar muy vigilantes. Es posible que tengamos que cerrar los negocios si no tenemos cuidado”, agregó.