Tlapa, Guerrero.– El presidente Andrés Manuel López Obrador fue de visita a la Montaña de Guerrero a constatar su fracaso: a dos años de que termine su mandato, la falta de medicamentos, de médicos y hospitales con servicios de calidad no existen. López Obrador no pudo dotar a los mexicanos de un sistema de salud como el de Suiza, según se comprometió al inicio de su mandato. Lo que hay en Guerrero es la misma miseria.
No obstante, aquí, donde el crimen organizado manda y la ausencia de un verdadero sistema humano de salud falta, dijo que “la revolución de las conciencias” hará posible que no puedan “retrogradar” lo avanzado en su gobierno y siga adelante la transformación de México.
Mientras dice esto, en medio de un círculo de alcaldes, un cuadrado que semeja en corral, allá, del otro lado de la valla metálica está el amado pueblo. Los rostros frustrados que miran el espectáculo que se repite desde siempre. Las manos con gastadas carpetas anhelando la llamada justicia social, son los más pero son los menos. Miran ansiando estar también en ese chiquero donde Obrador se mueve a sus anchas.
Y es que aquí no hay nada que “retrogradar”, la pobreza, la falta de empleo, la violencia y una vida sin futuro para los jóvenes, son las mismas cosas que siguen aquí desde antes de la llegada de la 4t y no cambian. Todo sigue igual, solo que Obrador solo ven su blanca guayabera que no quiere manchar porque lo que más cuida es su autoproclamada “honestidad”.
A su llegada, las fotos hablan por si mismas, a pesar de las vallas de seguridad y de todos los filtros que se ponen para que gente indeseable, es decir, la que tiene problemas, se le acerque, a pesar de eso ahí estaban decenas de personas con carpetas en las manos tratando de hacerle llegar un escrito al que se califica asimismo como hombre del pueblo.
Pese a todo dijo que está cumpliendo los postulados de atender a todos, escuchar a todos, a respetar a todos, pero por el bien de todos primero los pobres.
López Obrador estuvo acompañado de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado (Morena), alcaldes de la Montaña, el presidente de la Fundación Teletón, Fernando Landeros y los titulares de Bienestar y SICT, entre otros, el Mandatario aseguró que al término de su gobierno se jubilará de la política y se va con la conciencia tranquila por el deber cumplido:
“Estoy seguro que la revolución de las conciencias hará posible que no haya marcha atrás, no van a poder retrogradar vamos para adelante a seguir transformando a México”, alardeo ante cientos de pobres y enajenados que buscaban tomarse una foto con el “PresiPeje”.
El presidente dijo en su habitual sofística que no es necesaria “la relegación” porque todavía le faltan más de dos años de gobierno e “imagínese cuantas cosas podemos hacer”.
“Hay quienes dicen: que ya falta poco tiempo, nooo faltan dos años, imagínense cuántas cosas se pueden hacer, porque apenas el 1 (de julio) se van a cumplir cuatro años de nuestro triunfo y el 1 de diciembre cuatro años de nuestro gobierno”.
López Obrador no respondió a las exigencias de más clínicas, medicinas y buenos médicos, pero no cubanos, porque en México hay cientos de jóvenes que están saliendo cada año como médicos y necesitan trabajar.
Lo que hizo el presidente fue ir anunciar un Teletón, ese negocio de las televisoras que su 4T no pudo erradicar. Vino aquí, al corazón de la pobreza de Guerrero a anunciar un Teletón para la Montaña, a donde destinarán cientos de millones de pesos que van a las bolsas “de la mafia del poder”, en lugar de construir mejores hospitales, así piensa el obradorato y sus enajenados acólitos. ¡Viva la 4t!