México. Opinión.- Anda bastante mal Andrés Manuel López Obrador cuando afirma que el pueblo decidió que un presunto violador sexual sea el candidato de Morena para Guerrero.
El partido del presidente no tiene manera de comprobar que realizó dos encuestas en menos de 15 días como dijo haber hecho. No existe por ninguna parte evidencia de que el partido que tiene como lema: no mentir, no robar, no traicionar, haya recogido el sentir del pueblo de Guerrero. Morena puso como mentiroso a López Obrador cuando afirma que se consultó al pueblo.
El pueblo de Guerrero no son los miembros del Cartel del CIDA que cuidan a Félix Salgado; no son los grupos mafiosos que devastaron Acapulco y que ya están celebrando su regreso; el pueblo no son los funcionarios judiciales pervertidos del gobierno del priista Héctor Astudillo con los que Félix tiene un pacto; no son los vándalos que le acompañaron durante su sangriento gobierno municipal; el pueblo de Guerrero, la mayoría, es gente decente, gente que ya no quiere más de lo mismo. Gente que quiere una Cuarta Transformación pero no con los mismos agresores, mafiosos, corruptos, mentirosos que hicieron de Guerrero el estado más ultrajado, más saqueado que es hoy.
La defensa que hace López Obrador de Félix Salgado, presunto agresor sexual, es la demostración más ofensiva e indignante del machismo político y del desprecio a Guerrero. Decir que una denuncia por violación, real, con pruebas suficientes, es simple grilla electoral, y que Salgado se queda como gobernador porque lo puso EL PUEBLO, es como decir: “por mis ancianos huevitos así deben ser las cosas”. Es autoritarismo del más viejo estilo. Es porfirismo puro.
Si Obrador quiere mantener limpio su plumaje, debe olvidarse de la repetitiva falacia de que la acusación contra Salgado es por cosa electoral. El hecho de que hasta ahora se haya dado a conocer esa denuncia es porque el gobierno de Héctor Astudillo la ocultó, la banalizó como ahora también lo hace el presidente. No exigir que una denuncia sea investigada exhaustivamente, hace al presidente cómplice y demuestra, sobre todo, que en México no se respetan las garantías judiciales.
López Obrador recurre a la sobada falacia ad populum, o sofisma populista, para defender algo que está moral y eticamente muy mal; la falacia consiste en recurrir a la opinión que tiene la gente, el pueblo, la masa, sobre un asunto, en lugar de argumentar con pruebas fácticas, creíbles, con datos reales, la validez de su argumento.
Antes de declarar idioteces que ofenden la dignidad del pueblo, Obrador debería saber que Morena no cumplió con la convocatoria que emitió para elegir candidato a gobernador de Guerrero.
El partido del presidente en manos de sinvergüenzas y mentirosos, no aplicó correctamente los criterios de la Convocatoria, pues ésta señala en el Inciso 5 que la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) aprobará, en su caso, un máximo de cuatro registros que participarán en las siguientes etapas del proceso”. Morena jamás hizo público cuales fueron esos 4 registros como si los ciudadanos que pagan con su voto su ruin existencia no merecieran esa información.
También dice esa convocatoria que “En caso de aprobarse más de un registro y hasta 4 por parte de la (CNE), los aspirantes se someterán a UNA ENCUESTA, para determinar el candidato idóneo y mejor posicionado para representar a Morena”. NO dice a una serie de encuestas, ni tampoco dice que se seleccionarán tres mujeres y tres hombres, es decir el 3 de 3 que no cumplió.
El resultado de esa UNICA encuesta que menciona la convocatoria, no la quiso dar a conocer Mario Delgado el 18 de diciembre del año pasado como había anunciado públicamente. La encuesta no se dio a conocer porque Félix Salgado y sus respaldos fácticos amedrentaron al CEN de Morena y Delgado cambió de opinión. Aquí hay otro indicio más de violación de la convocatoria y afectación a los derechos de los militantes.
La encuesta del 18 de diciembre favorecía a Pablo Amílcar Sandoval, pues Félix, si bien salía como es obvio como el más conocido, también era el más rechazado por el pueblo por su conducta insana, torcida, valemadrista, hoy esa conducta es más visible que nunca. López Obrador, EL PUEBLO no se equivoca.
El día 18 de diciembre, Mario Delgado salió a mentirle al PUEBLO y dijo que la encuesta aún no se había hecho. Si esa hubiera sido la verdad, entonces para qué diablos citó a todos los aspirantes: “hoy vamos a presentar los resultados de la encuesta de Morena en Guerrero”, escribió en su twitter, hasta la alcaldesa de Acapulco, Adela Román le creyó y dejó sus obligaciones y se fue a México a ver que le tocaba.
Para tratar de ocultar la cagazón que ya había cometido. Mario Delgado lo volvió a mentir al PUEBLO y aseguró que ahora habría otra encuesta de donde saldrían tres aspirantes hombres y tres mujeres, que irían a una medición final, de esa encuesta tampoco hubo ningún dato. Jamás se supo quiénes eran esos tres hombres y tres mujeres.
En menos de 15 días, Morena analizó y proceso dos encuestas y determinó que EL PUEBLO, quería a Félix Salgado, sin analizar más datos, sin presentar evidencias de esas encuestas, de la manera más autoritaria posible, Morena quiere imponer AL PUEBLO de Guerrero a un presunto violador con dos demandas penales encima por ese delito. Queda a criterio de los militantes de ese partido presentar una queja ante el Tribunal Electoral por la presunta violación de la convocatoria para que se subsane ese proceso, es un derecho de ley.
Entonces, cuando López Obrador avala el nombramiento de Félix Salgado, lo primero que debió haber sugerido a su partido es que al menos mostrara públicamente que EL PUEBLO quiere a Félix revelando publicamente los resultados de esas encuestas, la metodología y los criterios utilizados.
La convocatoria de marras de Morena dice que “la CNE previa valoración y calificación de los perfiles, aprobará el registro de los aspirantes con base a sus atribuciones, dicha calificación obedecerá a una valoración política del perfil a fin de seleccionar al candidato idóneo para fortalecer la estrategia política electoral de morena en el país”.
Si Morena, o sea Mario Delgado y sus secuaces, pueden sostener con argumentos ciertos que el perfil de un acusado de violación puede “ser el candidato idóneo para fortalecer la estrategia política electoral de Morena en el país”, nos retractamos inmediatamente de todo lo dicho, pero no puede.
Hoy más que nunca, Morena tiene la obligación moral, ética y política de demostrar que EL PUEBLO puso a Félix mostrando la evidencia de esa afirmación presidencial.
Tiene que demostrar en qué se basa Obrador para defender a un presunto agresor sexual como candidato de Morena, de no hacerlo, Morena dejará en evidencia a su presidente como un vil mentiroso y machista autoritario que busca imponer, por sus huevos, a un presunto violador al pueblo de Guerrero.
López Obrador debe respetar AL PUEBLO, la moral del pueblo, y lo mínimo que debe hacer es exigir una investigación a fondo, imparcial contra Félix Salgado, y exigir a Morena que muestre la evidencia de todas las encuestas que dijo haber hecho para afirmar que el pueblo quiere a Félix.