México.- Con graves pendientes como un sistema de salud en deterioro y criminalmente burocrático como lo es el IMSS, y sin tocarle un solo pelo al nepotismo corruptor del poder judicial que dirige con las argucias de siempre el ministro Arturo Zaldívar, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ya se preparar para dejar el cargo y dice que tiene la conciencia tranquila.
En su gira por el estado de Sonora donde buscó mimetizarse con la figura de Lázaro Cárdenas, el mandatario de origen tabasqueño, aseguró que al finalizar su sexenio en 2024 cierra un ciclo e hizo un llamado a quienes poseen un cargo público para desapegarse del dinero y el poder.
López Obrador gastó la mayor parte del tiempo de su gobierno en un enfrentamiento de sombras con la oposición, la derecha recalcitrante y los ataques a la prensa. Enfocó su atención a la creación de mega obras y abandonó lo más importante, la transformación del sistema de salud y la justicia, dos de las estructuras del poder que más golpean a los mexicanos.
El presidente se comprometió el inicio de su sexenio a dejar un sistema de salud de primer mundo, como el de Suecia, dijo sin preocuparse por la desproporción. Lo cierto es que no hizo ningún cambio al sistema de salud. La atención es degradante en el IMSS y en cualquier otro lugar a donde los ciudadanos acuden para atención hospitalaria.
Zoe Robledo, no pudo ni quiso meterse con la burocracia criminal del IMSS. La prepotencia y la soberbia de trabajadores, médicos y administrativos es abrumadoramente abusiva. Aunado a las misma deficiencias laborales de siempre. Los y las trabajadoras quejándose de la falta de uniformes, de la entrega de calzado con números más grandes o más chicos, la falta de insumos, es resumen, la misma corrupción de siempre. Sin embargo, AMLO se va tranquilo, dice.
En el Poder Judicial, el presidente no quiso meter las manos para cambiar el corrompido sistema de castas con que opera la “justicia” en México. López Obrador se va y deja igual el nepotismo corruptor en el poder judicial que administra con eficacia el astuto Zaldívar. La protección de hijos, primos, sobrinos, yernos, hermanas y cuñados sigue boyante en ese poder judicial. Los tribunales de los estados están a cargos de esa red nepote que es la Suprema Corte de Justicia, donde el razonamiento judicial es suplantado por el formulismo y el burocratismo legal.
En Sonora donde anduvo tratando de emular al Tata Cárdenas, el primer mandatario mexicano dijo tener la conciencia tranquila a dos años y cinco meses que se termine su administración, sin embargo, afirmó que en el tiempo que resta de su mandato podrá entregar las obras y proyectos que prometió en campaña.
“Todavía nos quedan dos años cinco meses y a lo mejor pasa el tiempo porque continúan otros gobiernos. Yo les digo no por lo que decía don Adolfo Ruiz Cortines o lo de lo que yo hablaba de la edad, yo soy también maderista, y Francisco I. Madero decía ‘Sufragio efectivo no reelección’, y además ya quiero cerrar un ciclo, y no sentirnos insustituibles, porque luego se convierte en un vicio, no hay que tenerle mucho apego ni al dinero ni al poder, pero en el tiempo que queda podemos avanzar”, declaró López Obrador.
Fue en febrero del presente año cuando el mandatario mexicano dijo que en 2024 se retirará de la vida pública: “Ya no puedo más, ya cierro mi ciclo y me retiro”, confesó durante el recorrido que realizó a reporteros de la fuente presidencial en la sala “Daniel Cabrera y Los Olvidados” de Palacio Nacional.
AMLO en Sonora
Durante esta gira por tierras sonorenses, el mandatario federal se comprometió a restituir las tierras a los pueblos originarios, no obstante, aseguró que no será una expropiación porque eso llevaría a una confrontación (legal). En el caso de Sonora, se comprometió a que serán 30 mil hectáreas.