México. RESEÑA– “La bahía de los perros tiburón que de vez en cuando se escapaban de la playa para morder adolescentes embarazadas”.
Aquellas noches de perro tiburón es un pequeño libro de ficciones líricas escrito por el milleniall oaxaqueño-guerrerense, Giovani de la Rosa (1986).
En 2014 gracias a que Giovani de la Rosa ganó el Premio estatal de cuento joven en Guerrero, la secretaría de Cultura, publicó 500 ejemplares de su obra, para después repartirlos por algunas casas de cultura y que así, humildemente, llegara este libro a mis manos.
Cuando leí que Aquellas noches de perro tiburón había recibido un premio de cuento, quedé algo confundida porque creo que el texto rompe, de manera casi apacible, la frontera de los géneros.
Me arriesgo a decir que el uso de imágenes que afrontan con sutileza la violencia, es una cualidad que se le atribuye a lo poético.
“Sea ooohh you and me are floating on a tilde wave, tilde wave, tilde wave, me fui cantando a la deriva por las calles silenciosas, llenas de arboles magenta, de silencios mortales, calles que pertenecían a los perros tiburón, salidos de no sé dónde”
Además de los guiños líricos que Giovani nos ofrece para acompañar su lectura con la banda Coldplay de fondo (puesto que esa letra de canción no es la única referencia que hace de la banda en su libro), hay algo rítmico en sus párrafos que me hacen recordar los intentos que tienen los músicos para crear la melodía memorable. Esa que no sólo sale de la cabeza, como las mariposas negras, y demás símbolos fantásticos de la tragedia que usa el autor para darnos recordatorios perpetuos de la muerte.
Imagino que su cuento está inspirado en Acapulco, porque ahí es donde yo nací, en una bahía controlada por el narcotráfico, burlada por los cínicos rayos de luz de un sol que solo pasa por rutina, y consolada por las mujeres cansadas de la zona roja.
“Las mariposas negras nunca aparecieron. Sea Yellow dijo que era una buena señal para seguir juntos, que la muerte no andaba detrás de nosotros, que las mariposas huyeron porque querían vernos hacer el amor en Bahía Spy, en montaña de Los Venados, en la carretera, en nuestras habitaciones llenas de tristeza, whisky y mezcal y beatiful beatiful beatiful. No vendrán por nosotros gritó Sea alegremente.”
X&Y es el nombre que el autor usa para llamar al bar nudista dónde trabaja Sea, que a su vez es el nombre del sencillo principal del álbum del mismo nombre de Coldplay, creo que es importante mencionarlo porque además de que se aluden fragmentos de la canción en su relato, la premisa de la copla se basa en tratar de reparar en vano las cosas rotas.
Hay un enigma en la violencia que solo Acapulco, digo, Bahía Spy y los perros tiburón pueden tener, como dice el autor en una de sus líneas. Yo recuerdo las preguntas infantiles que le solía hacer a mis padres sobre la muerte: el por qué del ruido de balazos que explotaban detrás de mis orejas mientras veía de frente un mar de fondo.
Considero que Giovani de la Rosa hace un juego cruel con Sea Yellow al asignarle la cualidad de la esperanza nostálgica que solo los resignados (como el protagonista) pueden tener.
“Las mariposas negras me perseguían y no me atreví a matarlas. […] Me escondí en el baño. Me quedé dormido”
Tal como nos advierte en todo el libro: “you can’t touch them, you can’t touch them”, no podemos tocar a la muerte, ni a la esperanza, ni a los perros tiburón, que aunque nos hagan crear piezas tan rabiosas y lúcidas como este cuento, seguirán siendo formas escondidas en la bruma que en algún momento nos harán tropezar.
˝Un perro tiburón me ha mordido, ahora podré ser una mariposa negra y venir por ti, me dijo Sea en forma de despedida.”
Giovani de la Rosa, que lo mismo ha escrito poemas que cuentos, nos habla en esta breve narración del despojo infinito al que uno nunca se acostumbra.
Aquellas noches de perro tiburón fue editado en 2015 por Ediciones sin nombre en coordinación con la secretaría de Cultura de Guerrero y el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Geovani de la Rosa fue becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en la categoría de poesía en el periodo (2012-2013) y ganador de diversos premios de literatura en el estado de Guerrero, además ha publicado en Punto en línea de la UNAM, Tierra Adentro y Carruajes de pájaro, entre otros.
Las imágenes que ilustran esta reseña son del fotógrafo Pedro Pardo.