En la cena navideña y de fin de año de los regidores, síndicos y secretarios de este municipio, predominarán el pavo, el lomo de cerdo, el pollo relleno y las típicas 12 uvas.
Entrevistados por separado, aseguraron que los regalos que intercambiarán son sencillos, y algunos afirmaron que su Nochebuena se limitará a convivir en familia.
Por su parte, el alcalde Evodio Velázquez Aguirre, cuestionado sobre qué le pediría a Santa Claus, respondió que más bien le pedirá a Dios que le dé sabiduría durante su gobierno.
“Le voy a pedir a Dios que me dé sabiduría y la oportunidad de dar pasos firmes y que me permita hacer las cosas lo mejor posible; y que me dé fuerza, voluntad y que, responsablemente, (yo) haga el papel que me toca hacer. Porque yo quise ser alcalde, y como quise serlo ahora lo quiero hacer de la mejor manera”, indicó.
La cena de regidores y funcionarios
La regidora Alma Juárez Altamirano comentó que durante ambas cenas el pollo, la sidra y las 12 uvas tradicionales estarán en la mesa.
Comentó que la convivencia es lo primordial en su familia, y que ante la inseguridad de “los juegos pirotécnicos y balas perdidas”, prefiere convivir en la casa de su madre.
“Nosotros cocinamos pollo, en esta ocasión eso haremos. El pozole lo dejamos para Año Nuevo, y en Navidad es algo más seco que el pozole”, mencionó.
Los regalos que entregó Juárez Altamirano a familiares y amigos, contó, fueron detalles personales, “algo para ellos”; mientras que para las dependencias y direcciones que pidieron apoyos, ofreció cosas para la casa y enceres domésticos, “depende de para quién van a ser”.
Entretanto, la regidora Gloria Sierra López, dijo que cenará pollo con sus familiares y de postre tejocote en almíbar. Su familia, dijo, no es devota de ciertas costumbres en año nuevo, más que la de ingerir las 12 uvas en Año Nuevo.
Sierra López viajará a México para convivir en estas fechas decembrinas con su familia pero lo importante, dijo, es la convivencia; añadió que acostumbra a jugar dominó y otros juegos de mesa con sus sobrinos.
“Nos hacemos regalos prácticos: ropa, accesorios, regalos muy sencillos. Somos de una familia modesta, humilde y no hay grandes regalos. Todos llevamos algo, desde el refresco hasta el tequila”, mencionó.
“En la casa familiar ya no vive nadie, pero en estas fechas ahí nos reunimos todos. Fechas especiales como Navidad o Año Nuevo”.
Por su parte, el regidor Rodolfo Escobar Ávila dijo que cenará “lo que haya. Somos obreros trabajadores y los obreros no tenemos una comida exclusiva, es lo que tengamos en casa”, aseguró.
Agregó que “como obrero” no tiene tradiciones, “el obrero no tiene para eso, es tan bajo el salario que no nos alcanza para los lujos y esos son lujos”.
Acerca de los obsequios que regalará, aludió que “no tenemos dinero para andar comprando regalos, más que dar amor y cariño”.
El regidor priísta deseó una feliz Navidad a trabajadores y les pidió que no compren regalos, sino que den afecto, cariño y amor, “que este año sea mejor, que tengamos mucho turismo y trabajo”.
En tanto, el secretario de Desarrollo y Planeación, José Natividad Calixto dijo que su familia no acostumbra hacer compras de regalos ni intercambio de los mismos, sino más bien a “cenar y brindar, platicar y bailar toda la noche; pero, en cuestiones de regalos, no estamos acostumbrados”.
“La cena, es variada. A veces es pavo, a veces es pollo, a veces es lomo de cerdo; variado. No hay tradición. Tenemos un carácter religioso y sólo festejamos a Cristo en su nacimiento, lo recordamos como lo hace toda la humanidad”, agregó.
Por su parte, el sindico procurador, Ilich Lozano Herrera comentó que en su casa se prepara pavo y se reúne la familia de su esposa y la suya.
“Cenamos un pavo ahumado normal, que es parte de la tradición familiar y con los trabajadores; hay gestos que siempre he intentado hacer durante muchos años”, indicó.
Recordó que, hace unos días, ofreció una posada a 200 personas que pertenecen a su equipo político, “les regalamos un pollo y una botella de sidra, es un buen esfuerzo que he hecho durante muchos años porque las familias no pueden dejar de tener una cena decorosa en sus casas”.
“Más allá de la posada que hicimos para la gente de la propia sindicatura, que fue una cena e intercambio de regalos, regalamos planchas, vajillas, que hicimos entre en equipo de la sindicatura”.
De las tradiciones de su casa mencionó “las 12 uvas, nunca falta en la familia quien salga corriendo con las maletas, pero no es un hábito, y aprovechamos que el primero de enero es cumpleaños de mi padre y festejamos con él”.
“Esta debe ser una temporada de reflexión, para valorar lo que nos falta como sociedad; el 2016 debe ser un año esperanzador, todos queremos que Acapulco salga adelante”, expresó.