*Con sobornos a medios, oculta el gobernador de Tabasco la grave inseguridad
*Tabasco ocupa el primer lugar en desemplo; el primer lugar en denuncias por robo con violencia a transeúntes; el décimo en extorsión; el cuarto en secuestro; y el segundo en secuestro de migrantes, en el país
*Gasta 20 millones de pesos mensuales en pagos para que hablen bien de él
El primer día encontraron a una mujer muerta con 20 puñaladas en el cuerpo, en el primer cuadro del centro histórico de Villahermosa; a la noche siguiente, tres hombres armados asaltaron un pequeño negocio de hamburguesas, también en el centro, hiriendo de bala al dueño, que se resistió; a la noche siguiente, sujetos no identificados arrojaron bombas molotov a un gimnasio en la colonia José María Pino Suárez. El gimnasio acababa de reabrir sus puertas, ya había sido atacado con bombas molotov anteriormente, ya que el dueño se niega a pagarle la llamada “cuota” a la delincuencia organizada.
Son tres días de esta semana, pero estas noticias podrían ser las de hace dos meses, o las de la semana que viene. Tabasco es uno de los estados del país con mayor índice de violencia de todo tipo. Según el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), cinco de cada diez mujeres son violentadas en el país, pero en Tabasco, siete de cada diez son víctimas de la violencia psicológica, física, sexual o económica. El estado ocupa hoy el primer lugar en el país en denuncias por robo con violencia a transeúntes; 84.5 de cada cien mil habitantes es víctima de este delito. Es el tercer lugar en el país de robo con violencia, el décimo en extorsión, el cuarto en secuestro, el segundo en secuestro de migrantes.
Tabasco también tiene el deshonroso primer lugar en desempleo en el país. Según el informe del INEGI sobre desempleo para el mes de mayo de 2015, esta entidad registró una tasa de 6.5 de desempleo. Así, mientras otros estados del país bajaron su índice de desocupación con respecto a mayo de 2014, Tabasco fue el único estado que no sólo no disminuyó, sino que aumento un punto, el año pasado en el mes de referencia tenía 6.4 de desempleo.
En febrero de este año, el secretario de Educación tuvo que cambiar los horarios escolares vespertinos ante la preocupación de los padres de familia por el peligro que corren sus hijos en la noche. Pero eso son los que estudian, Tabasco tiene el tercer lugar en el país de “chavos nini”, 24 mil 500, de entre 17 y 29 años, que no pueden o no quieren estudiar o trabajar, lo cual los convierte en carne de cañón para la delincuencia organizada.
Todo esto a pesar de que Tabasco tiene el mayor número de policías del país, con 296.14 agentes por cada cien mil habitantes. También tiene el mayor número de agencias y fiscalías por cada 100 mil habitantes, con un porcentaje de 3.0 a 5.9, además de tener el mayor número de personal trabajando en estas dependencias, entre 2 mil y 3 mil personas.
Tabasco cuenta además con 18 centros penitenciarios estatales, siendo el tercer estado que más tiene. Pero la gran mayoría de sus presos ni siquiera ha recibido sentencia, entre un 60.01 y un 63.96%.
En un hecho que refleja la nula comunicación entre el gobierno del estado y los ciudadanos, esta semana el presidente de Canacintra en la entidad, José Antonio Burelo, pidió al gobierno aclarar las especulaciones en torno a la figura del secretario de Seguridad Pública, Audomaro Martínez Zapata, quien desde hace muchos meses es candidato a ser “renunciado”.
Ante este panorama catastrófico, la indignación ciudadana crece al ver cómo en los medios de comunicación de Tabasco nadie toca “ni con el pétalo de una rosa” al gobernador. Diarios, radiodifusoras y televisoras se contentan con dar fe todos los días de los crímenes y delitos, sin señalar al principal responsable de garantizar la seguridad en el estado: su gobernador Arturo Núñez.
Por supuesto que hay una buena razón para ello: es uno de los gobernadores que más ha pagado a la prensa, no sólo estatal sino también nacional. Según los datos ofrecidos por Transparencia hace un año (y hay que tomar en cuenta que estas cifras pueden no ofrecer todo el panorama, porque muchas veces el pago a los medios se da también por medio de concesiones o arreglos de otro tipo), el gobierno de Arturo Núñez gasta mensualmente más de 20 millones de pesos en pagos a diferentes medios.
Esto a pesar de que durante su campaña prometió la creación de un comité ciudadano que asignaría de manera transparente los montos de publicidad que se pagarían a cada medio, con base a criterios objetivos, como circulación y pertinencia. El famoso comité se nombró de manera honoraria y nunca entró en funciones, en la práctica el dinero a los medios se asigna al viejo estilo priísta, de manera opaca y en grandes cantidades para impedir la crítica del régimen.
No ha sido el único escándalo de la dirección de Comunicación Social en este gobierno, en el primer año su directora, la ex locutora Dolores Gutiérrez, se hizo famosa por aumentarse el sueldo y tomar unas lujosas vacaciones a Tierra Santa, mientras todo Tabasco sufría la recesión económica que heredó el gobierno de Andrés Granier. También se hizo famosa por su enfrentamiento con el Secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda, y por no dar la cara nunca para defender a esta administración. Todo lo anterior la ha llevado a ser un estorbo que estuvo a punto de ser removido en estas elecciones, donde se rumoró que se le otorgaría una diputación plurinominal al Congreso local para dejar libre su actual cargo.
Irónicamente, el plan no funcionó porque Dolores Gutiérrez arrastra una sanción administrativa por haber promocionado el segundo informe de gobierno en diarios nacionales, lo cual es ilegal.
Arturo Núñez, primer gobernante opositor en la historia de Tabasco, tuvo la oportunidad de sentar un gran precedente en el manejo transparente de los recursos de gobierno a los medios de información, pero eligió el camino de todos los gobiernos priístas que saquearon Tabasco durante 83 años, pagar a manos llenas para evitar la crítica, para ocultar su mal gobierno.
En Tabasco nadie puede dejar de preguntarse qué podría hacerse contra la inseguridad con esos 20 millones de pesos mensuales que hoy se gastan en comprar halagos.