La Habana (AP).- Muchos cubanos recuerdan cuando a mediados de la década pasada las calles de la isla lucían exultantes de músicos y vendedores ambulantes y los hospedajes estaban llenos de turistas que visitaban lo que pensaban sería el último bastión del socialismo antes de que un deshielo con Washington transformara a la isla.
Siete años después, el endurecimiento de las sanciones por parte de la administración del presidente Donald Trump contra la nación caribeña y el efecto de la pandemia de COVID-19 hicieron que la isla se vea diferente: escasez de alimentos y medicinas, aumento de la migración y una caída de los recursos del Estado.
El reciente anuncio de medidas para flexibilizar el embargo realizado por la administración del mandatario estadounidense Joe Biden fue tomado con optimismo por algunas personas, pero también con cautela.
La administración de Biden anunció el lunes las primeras iniciativas desde que asumió el gobierno en dirección a un acercamiento a la isla que había prometido en su campaña.
Estados Unidos aumentará la cantidad de vuelos a Cuba -incluyendo otras plazas que no sean La Habana-, relajará las restricciones impuestas a los viajeros y levantará el límite actual de mil dólares para remesas a fin de que éstas se conviertan en un capital para los emprendedores.
Paralelamente retomará el programa de reunificación familiar que tiene por lo menos 20 mil solicitudes atrasadas y se prevé un incremento de la actividad consular, que cesó en 2017 y que obliga a los cubanos a viajar a Guyana para tramitar sus visas.
Trump impuso sanciones radicalmente duras para presionar un cambio de modelo político en la isla mediante la asfixia económica y que iban desde el recorte de los viajes, la prohibición de cruceros, la persecución de empresas de terceros países que operaran con Cuba a la cancelación de permisos para las remesas y hasta la eliminación de personal diplomático de la embajada ahí.
Uno de los sectores que la administración de Biden espera fortalecer con esta flexibilización, según dijeron sus funcionarios, es el de los empresarios privados que comenzaron a surgir a partir de 2010 en un proceso gradual que los llevó de ser primero trabajadores independientes y a partir de nuevas leyes aprobadas en 2021 a convertirse en pequeños y medianos empresarios.
Pero incluso los líderes de este sector prefieren esperar el desarrollo de los acontecimientos antes de celebrar.
Incluso entre aquellos emprendedores más destacados por su volumen de negocios o por haber sido emblemáticos entre los viajeros estadounidenses prima la mesura.
La Guarida, con sus 50 empleados, es uno de los primeros paladares -como se los denomina aquí- en la isla y en él comieron desde Robert De Niro y Jack Nicholson, hasta Madonna, entre otros.