México. Opinión.- El partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), tiene 7 días para decidir si sustituye a Félix Salgado Macedonio o lo conserva como su candidato a gobernador del estado de Guerrero.
Son los mismos 7 días que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia, tendría para emitir la resolución de si exonera o no a Salgado.
La decisión de esta exoneración o retiro de la candidatura del llamado “Toro sin Cerca”, recae prácticamente en los votos que emitan las tres mujeres feministas que conforman la CNHJ.
Dos de ellas, (Zazil Carreras y Eloísa Vivanco) firmaron el procedimiento sancionador de oficio contra Salgado Macedonio, emitido por la CNHJ el 22 de enero, pero una de ellas se negó a firmarlo, fue Donají Alba Arroyo, quien es un activo del senador Ricardo Monreal Ávila.
Sobre ella están los ojos puestos, ya que su pertenencia a la marca Monreal pone en duda su libertad de acción para llevar hasta las últimas consecuencias el ser y declararse feminista, algo que por sentido común la obliga a estar del lado de las víctimas.
Para nadie es un secreto que Ricardo Monreal tiene como estrategia ganar territorio a través de las 15 gubernaturas que se elijarán el 6 de junio de 2021, para consolidar sus aspiraciones presidenciales de 2024.
Fue de acuerdo a ese plan que varios senadores se anotaron para ser candidatos a gobernadores y fortalecer así a Monreal en sus aspiraciones, entre ellos, Félix Salgado Macedonio, a quien Ricardo Monreal salió a defender en un video subido a sus redes del 20 de noviembre de 2020, sobre la primera denuncia por violación, mostrando una carta de no antecedentes penales de su homólogo acusado.
Tal parece que esta estrategia, de defender a los suyos le estaba funcionando bien a Monreal, ya que la mayoría de los candidatos a gobernadores de Morena traen su marca, otros la de Marcelo Ebrard y ninguno la de Claudia Sheimbaum; hasta que empezaron a salir más denuncias de violación y acoso, sumando a la fecha cinco acusaciones.
Entonces, la brillante estrategia de Monreal de echarse a la bolsa el estado de Guerrero, a través de mantener la candidatura de Félix Salgado, le está ocasionando ahora un enorme negativo a sus aspiraciones presidenciales.
Si la indicación de Monreal a Donají es mantener su voto a favor de Félix, le factura a pagar será muy alta, ya que no solo se tendría que enfrentar, como lo hizo en 2018 con Claudia Sheimbaum, cuando se decidió género mujer para la Ciudad de México, sino que además, cargará por siempre el estigma de haber impuesto a un personaje acusado de violador como candidato a gobernador de Guerrero.
Este estigma, trágico para Guerrero, tiene similar significado al de Aguas Blancas, a la tragedia de Ayotzinapa; incluso a la Estafa Maestra.
Con esa carta de presentación (haber impuesto a un violador) es como Ricardo Monreal hará sus actos proselitistas para alcanzar la candidatura de Morena para presidente de México en 2024.
En 2018, cuando Ricardo Monreal no fue el candidato de Morena a la Ciudad de México, dijo una frase que lo salvó de quedar fuera de la esfera del poder de la 4t “no me voy a pelear con la historia”.
Tres años después está a punto de escribir la hoja más negra en la historia de México actual: imponer a como dé lugar a Félix Salgado como candidato de Guerrero, esa será su aportación a la 4t: la inmoralidad de la vida pública, la cerrazón y la ambición por el poder a costa de lo que sea, el hacer a un lado la justicia, el propiciar desde el estado el delito y la violencia hacia las mujeres. Esa es la historia que está a punto de escribir Ricardo Monreal.