Ciudad de México.- La mafia japonesa Yakuza, con su clan más grande, el Yamaguchi-gumi, la integran de entre 80 a 11 mil personas y es conocida por ser la organización criminal más rica del mundo. Tan solo en 2015 logró cobrar más de 80 mil millones de dólares.
Su orígenes se remotan desde la Edad Media y están relacionados con los jugadores intinerantes bakuto. La etimología de la palabra Yakuza no se conoce exactamente, pero aseguran que se trata de un juego de cartas Hanafuda, muy famoso entre los bakuto, en el que la peor mano consiste en un 8 (ya), un 9 (ku) y un 3 (za).
Los miembros de esta mafia son conocidos por sus tatuajes, los dibujos siempre tienen un significado; por ejemplo, el primer tatuaje pequeño generalmente simboliza la entrada en las filas de Yakuza, luego revelan el rango de la persona dentro de la organización.
Mostrar los tatuajes no es aceptable, se permite hacerlo solo una vez al año, durante la fiesta de Sanja Matsuri.
Otra tradición conocida de los yakuza son los procedimientos de castigo a la deslealtad. Uno de ellos prevé la amputación de un dedo meñique para aquel miembro que cometa algún fallo grave o incurra en traición.
Curiosamente, esta tradición en el pasado era aún más severa. Cuantos menos dedos tenía un yakuza, más difícil era para él tomar la espada y, en consecuencia, se volvía más dependiente de la protección de su jefe y su clan. Ahora, este castigo tiene solo un significado simbólico; sin embargo, puede servir para reconocer a los miembros retirados o disidentes.
Todo el clan se considera una familia donde se profesa la fidelidad absoluta y la obediencia al jefe de la comunidad. Los yakuza de a pie se tratan entre sí como hermanos.
La figura principal en la jerarquía es el jefe, el oyabun. Su mano derecha es un saiko-komon (consejero mayor), además, el oyabun tiene a su disposición a los sarro-kai (un grupo de consejeros menos influyentes), so-honbucho (una especie de jefe de personal), a los wakagashira y shateigashira, quienes comunican directamente a los ejecutores las órdenes del jefe.
Luego se encuentran los kyodai y shatei, los hermanos mayores y menores, respectivamente. El saiko-komon es responsable del componente administrativo de la comunidad, debajo de él se encuentran los contables, kaikei, y los consultores legales, shingiin.
En general, los miembros ordinarios del clan rara vez abandonan el territorio controlado, solo en caso de ‘contratos’ beneficiosos.
La organización se ocupa de un vasto abanico de actividades: el control de las apuestas, la extorsión, el contrabando, lavado de dinero. Invierten en los espectáculos, la especulación de bienes inmobiliarios, el tráfico de drogas y armas.
A pesar de que las autoridades japoneses tratan de combatir la influencia de la mafia, no se puede hablar todavía de una victoria definitiva. Los clanes son muy fuertes y a menudo son expuestos los lazos entre el Gobierno y la Yakuza.
Actualmente, se puede consultar las direcciones de las sedes de los clanes en la página web oficial de la Agencia Nacional de Policía de Japón.