Escocia.- El Parlamento de Escocia ha aprobado este martes por unanimidad el acceso gratuito universal a los productos de higiene para la menstruación, convirtiéndose así en el primer país del mundo en hacerlo.
El proyecto legislativo, presentado por la portavoz laborista de Salud y Deporte de Escocia, Monica Lennon, bajo el nombre “Productos de Período (de suministro gratuito)”, introduce el derecho legal de libre acceso a artículos como tampones o compresas. La iniciativa de Lennon, que recabó pronto el apoyo del Gobierno nacionalista escocés, ha logrado el respaldo unánime del Parlamento Autónomo.
Hasta ahora, estos productos ya eran gratuitos para estudiantes de secundaria y universidad, y el Gobierno autónomo ya había destinado considerables fondos a facilitar su distribución en otros lugares públicos.
Queda en manos de las autoridades locales (21 distritos por toda Escocia), que tienen la obligación de garantizar que los productos sanitarios femeninos sean gratuitos y estén disponibles para “cualquiera que los necesite” en los edificios públicos. El coste de la medida está estimado en unos 11 millones de euros al año.
El Gobierno escocés será el que decida el modo en el que realizará la distribución, pero los borradores preliminares apuntan a que podría replicar el modelo utilizado actualmente con los preservativos, las llamadas C-Cards (tarjetas C), por las cuales el ciudadano solo está obligado a dar unos datos mínimos de identidad, como nombre, apellidos y fecha de nacimiento, para poder reclamar el producto con su tarjeta.
Para zonas rurales, o incluso urbanas con escasez de establecimientos farmacéuticos o sanitarios, la ley contempla la posibilidad de la entrega a domicilio.
Quedaría en manos de las autoridades decidir si cobran por ese servicio, dependiendo de la mayor o menor accesibilidad que tuviera el usuario a establecimientos físicos.
La ley, que habla siempre de mujeres, niñas o personas trans, no especifica la cantidad exacta de productos que cada usuario puede recibir, y deja en manos de las autoridades decidir cuál es la necesaria en cada caso. Respecto a su tipología, parte de la base de que las peticiones más comunes serán de tampones o compresas, pero incluye también “otros productos reutilizables, con un mayor respeto medioambiental, como las copas menstruales”.
Desde 2011, en todo el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte) se aplicaba un IVA (VAT, en sus siglas en inglés) del 5% a todos los productos menstruales. A partir del 1 de enero, cuando el Brexit sea ya una realidad jurídica, el Gobierno deberá decidir si mantiene algún tipo de fiscalidad sobre estos productos.