Guerrero. Opinión.- Félix Salgado Macedonio, candidato a gobernador por Morena, pretende realizar una campaña de fiesta y algarabía, tratando de borrar el tufo de las demandas por presunta violación sexual.
A pesar de que el delegado especial Salomón Jara Cruz ha dicho dos veces a BP que Félix Salgado daría la cara y fijaría una posición pública con seriedad sobre el tema, esto no ha ocurrido.
Hace dos días el mismo Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, dijo en entrevista con Carmen Aristegui, que su candidato a gobernador en Guerrero “daría la cara”, sobre las denuncias por violación.
Tal parece que “El Toro sin cerca”, ni ve ni escucha lo que sus dirigentes le están pidiendo, pues en lugar de fijar una postura seria, acorde a la situación y por respeto real a las mujeres, solo se limitó a decir en su primer día de campaña: “esta es la primera y única vez que hablaré sobre el tema, he sido víctima de una campaña mediática nunca vista en la historia del país”.
Esta posición que no es auténtica suya, sino la línea que marcó el presidente de México, le rebota en la realidad y en las protestas que se han presentado hasta el día hoy en su campaña. Al no estar suficientemente aclarado este tema por Félix Salgado, las protestas en su contra pueden ir creciendo.
Estas protestas, que se prevén lo acompañen durante toda la campaña, no bajarán de intensidad mientras Félix siga empeñado en tapar sus acusaciones. Su intento de sobreponer una campaña de “alegría” como lo dijo en Zumpango, donde “para todo mal mezcal, y para todo bien también”, no es lo más recomendable, ni lo más ético.
“Que viva la música, porque volverá la música a Guerrero”, dijo pletórico Salgado Macedonio, mientras Zamacona entonaba su canción celebre “Palabras tristes” pero adaptada al Toro “pero te vas a arrepentir/si no votas por Félix”.
Por otro lado, pretender responsabilizar al gobernador Héctor Astudillo de las protestas de mujeres y pedir garantías “de seguridad” al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, sobre un tema personalísimo que enfrenta Félix, denota un gran cinismo por parte de Morena y su candidato, a la vez que evidencia la falta de empatía hacia las mujeres, que ahora resultan son las malas de la película.
¿Qué pretende Morena, Marcial, Félix, Salomón, que el gobierno y el órgano electoral se conviertan en represores de las mujeres con tal de garantizar los derechos del pobre Félix? En lugar de buscar desplazar su responsabilidad, Félix debería hacer caso a Salomón y a Mario Delgado, de dar la cara y fijar una posición seria sobre tema, Convocar a pensar y reflexionar seriamente sobre las violencias contra las mujeres. Abandonar su campaña de chistes, propiciar un diálogo serio, académico, social y cultural con, de y para mujeres y no solo decir frases huecas como “las mujeres son el motor de la 4t”, que nadie le cree. Aún está a tiempo de recomponer el rumbo.