Guerrero.– El crimen de adentro y de afuera acosa a la nueva a la fiscal de Guerrero, Sandra Luz Valdovinos Salmerón. A toda costa, esos grupos fácticos buscan expulsar al equipo militar que ha venido poniendo orden con mucha dificultad en esa institución, para instalar un grupo afín a la delincuencia y la corrupción de siempre.
Durante los últimos meses, la fiscal de Guerrero ha sido el blanco de múltiples ataques de calumnias. Con anónimos, buscan degradar la imagen de la teniente coronel y presionar a la gobernadora Evelyn Salgado. El más reciente de esto ataques aún circula en grupos de redes sociales y se refiere a la detención de tres supuestos narcomenudistas en Acapulco, por lo que un pequeño grupo cerró una calle en protesta.
El aparente error que le achacan a la nueva fiscalía es una falacia. Los familiares de los detenidos dijeron que los policías ingresaron a sus domicilios sin orden de aprehensión, ni de cateo, algo que debe investigarse y por lo que debieron presentar una queja, pero hasta donde se sabe, no lo hicieron porque el hecho como tal no existió. Además, acusaron que no sabían a dónde habían llevado a los detenidos, pero sí lo sabían pues les mostraron una foto, y también sabían muy bien a qué se dedicaban.
El mes pasado la fiscalía estatal por fin comenzó a dar resultados en el combate al crimen, pero parece que esos resultados, en lugar de reconocerse socialmente, molestaron a muchos que tienen empatía o interés por la criminalidad.
El malestar comenzó con la detención de un grupo de extorsionares que lideraba en Chilpancingo un podrido agente ministerial para el grupo criminal “Los Tlacos”.
Luego fue la detención de una célula de narcomenudistas, también de los Tlacos en Chilpancingo. Y luego la detención de un secuestrador que transportaba una víctima y operaba también para el mismos grupo criminal mencionado. Y Por último, el asunto de los supuestos narcomenudistas de Acapulco.

Nunca antes ningún fiscal de Guerrero había actuado contra los grupos que extorsionan, trafican y secuestran impunemente en Guerrero. Antes, la fiscalía solo se había ocupado de perseguir a pequeños ladrones, asesinos “pasionales”, denuncias, muchas veces calumniosas de delitos sexuales, como la de Félix Salgado, y uno que otro feminicida que cayó por casualidad, pero nunca se había metido contra los verdaderos generadores de violencia.
Una de las razones de por qué la fiscalía nunca actuaba contra la delincuencia que asesina, secuestra y extorsiona, era porque los agentes ministeriales y sus coordinadores trabajaban para los grupos criminales, algunos aún lo hacen.
La situación comenzó a cambiar cuando la fiscal Sandra Luz y su vicefiscal de Investigaciones, Ramón Celaya, advirtieron que ya no habría más impunidad para nadie. Y eso se demostró con la detención del pútrido agente ministerial extorsionador, al servicio de “Los Tlacos”.
La única manera de terminar con el flagelo de la extorsión que tanto lesiona a grandes y pequeños empresarios, pero más a dueños de tienditas y fondas en Guerrero, es combatiéndolo con integridad y firmeza, eso es lo que ha venido haciendo la fiscal, pero primero debe depurar el equipo porque con el mismo no se puede.

Una de las mejores decisiones que ha tomado la gobernadora Evelyn Salgado, ha sido haber nombrado y respaldado a la fiscal Sandra Luz Valdovinos. El dañado Estado de derecho en Guerrero no se va remediar con los mismos agentes y ministerios públicos corruptas y corruptos de siempre. La cura debe venir de afuera y tiene que ser una mano dura pero también amable, y eso es lo que distingue a la fiscal Sandra Luz.
Corrupción tolerada
En un cortísimo periodo de tiempo, los resultados del combate al crimen con la nueva fiscal, son más consistentes y verídicos que los hechos durante todo el sexenio de Astudillo. En la fiscalía pasada, para “resolver” crímenes, se falsifican informes periciales, se inventaban chivos expiatorios, se abusaba de los derechos humanos, se mentía y falsificaba a mansalva. No se recuerda que alguien hubiera reaccionado contra esos fiscales corruptos y abusivos como ahora lo hacen con la nueva fiscal que es mejor. No se recuerdan bloqueos por detenciones abusivas como la de los chivos expiatorios del caso Zambrano.
Quizá la razón más fuerte de por qué se ataca a la fiscal y su equipo, se deba a que esos fiscales corruptos nunca despidieron ni actuaron penalmente contra ministerios públicos y agentes podridos, tampoco nunca investigaron la extorsión, ni les interesó combatir la corrupción laboral en esa institución, esa corrupción de los nepotismos, de los que no quieren trabajar, ni les importa servir a los ciudadanos.
En suma, ahora todos esos interesados en que la corrupción siga, ya andan hasta proponiendo el relevo de la fiscal Sandra Luz. Ya hablan de la “inminente salida” de “la militar” y “la crisis en la fiscalía”. Una crisis que solo afecta a los que no quieren la legalidad y viven de la corrupción.
Los anónimos, sin más fuentes que el chisme, se lanzan contra “la bola de militares”, y proponen para salvar la sagrada corrupción de la fiscalía a Ludwig Marcial Reynoso Núñez como fiscal, ayudado además por el corrupto Alejandro Astudillo Esiquio, que ya estuvo con el fiscal retratado con delincuentes Jorge Zuriel, y otro de nombre Pablo Alejandro Jasso, también asociados al corrupto Zuriel, entre otros de maloliente memoria.

Los ataques de adentro y de afuera contra la Fiscal Sandra Luz y su equipo, evidencia la ansiedad por volver a un pasado de corrupción y abuso. De por sí, el actual gobierno estatal no ha estado del todo a la altura de las expectativas de los guerrerenses, ahora escuchar las voces de la corrupción sería destruir la única buena decisión que ha tenido, y en la que, incluso, el presidente AMLO tiene confianza.
Por último, queda a la fiscal y su equipo corregir fallas y errores que las hay como en todo. Debe esforzarse por restituir el Estado de derecho dañado; atender y recibir sin arrogancia, ni altanería a los diferentes actores. Ser una fiscalía abierta y sensible. Respetuosa en extremo del debido proceso. Abandonar la actitud de prepotencia y comenzar a revisar lo que hicieron mal los anteriores fiscales y corregir. Hay mucha pudrición por corregir para que la justicia sea una opción real en Guerrero, porque actualmente, tanto la fiscalía como el tribunal de justicia son aparatos oscuros que generan injusticias.