Guerrero.- Campesinos de Coapango, comunidad serrana del municipio de Chilpancingo, preparan más de 125 mil árboles frutales y maderables para plantarlos y tratar de mitigar la sobreexplotación de los recursos en su ejido, así como inhibir la siembra de enervantes.
Lo anterior es parte del programa Sembrando Vida del Gobierno Federal, pero más del 60 por ciento de los recursos económicos los aporta la comunidad, desde agosto del año pasado, en que les llegó el proyecto y comenzaron a ponerlo en marcha.
En esa fecha se reinstaló un vivero en un terreno plano que está rodeado por pinos, donde anteriormente fueron instalaciones de la Comisión Nacional Forestal, un organismo descentralizado de la Federación.
Dentro de los dos invernaderos de malla Anti-Áfidos, se encuentran miles de plantas que diariamente durante dos horas son regadas con el Sistema de Riego por Microaspersores, contaron el presidente del Comisariado Ejidal, Filiberto Moctezuma Ramírez, y el biólogo que los asesora, cuyo nombre se reservó.
Entre los árboles frutales se encuentran de durazno, manzana, pera, ciruela chabacano y membrillo, que beneficiarán a futuras generaciones una vez que concluya el financiamiento gubernamental.
En cuanto a los maderables, hay de pino de ocote, ayacahuite, cedro, maguey mezcalero e incluso van a experimentar con maguey tequilero y en un posible futuro con Maple, un tipo de árbol nativo de Canadá.
Y es que en medio de los dos viveros se encuentra un árbol de ese tipo de unos 30 metros de altura que, recordaron los agricultores, podría tener una vida de más de 50 años. El biólogo dijo que existen las condiciones para seguirlo produciendo.
Por su parte, el secretario del Comisariado Ejidal, Antonio Alejandro Alegría manifestó que son 50 ejidatarios que tendrán que plantar en total 125 mil árboles para reforestar alrededor de 100 hectáreas de bosque.
Relató que el programa está pensado para cuatro años, y cada agricultor recibirá un apoyo mensual de cuatro mil pesos, pero una vez terminado, los huertos frutales ya estarán produciendo, de modo que también podrán obtener un sustento.
Por último, los ejidatarios dijeron que con esto se busca mitigar la sobreexplotación de los recursos en su ejido, mientras que otros aseguraron que es para inhibir la siembra de amapola y mariguana, una de las mayores actividades ilícitas en la Sierra de Guerrero.