Parece caerse el mito de la fiabilidad de las huellas dactilares, pues Tras un siglo de ser considerado uno de los métodos más seguros en las investigaciones, en realidad no existe evidencia suficiente para afirmar que se trata de una impronta única para cada persona.
Lo aseguró un grupo de expertos del área forense mediante un informe de la Asociación de Estados Unidos para el Avance de las Ciencias (AAAS, por sus siglas en inglés).
El documento examina las técnicas con las que son analizadas y confrontadas las huellas dactilares, dejadas por las superficies de las yemas de los dedos y compuestas por las crestas papilares de un dedo de la mano (generalmente se usan el dedo pulgar o el dedo índice) sobre una superficie.
El nuevo estudio pone en duda la existencia de un método único para asociar un conjunto de huellas digitales a un sólo individuo. De este modo surge la sospecha de que una huella ya no es confiable al cien por ciento.
“El análisis de huellas dactilares es uno de los métodos forenses más utilizado para la identificación”, explicó José Kadane, docente de Estadísticas y Ciencias Sociales en la universidad American Carnegie Mellon y quien colaboró en el informe. “Los sistemas que los analizan sirven para identificar a la persona que dejó su huella en la escena del crimen”, pero aclaró que “no hay método científico para estimar el número de personas que comparten características de una huella dactilar y tampoco se puede excluir el error humano mientras se comparan”.
En consecuencia, sostiene el informe, no se puede decir que las huellas dactilares “se puedan asociar con un solo individuo con un 100% de precisión”.
Una huella dactilar es la impresión visible o moldeada que produce el contacto de las crestas papilares de un dedo de la mano.
La primera técnica de identificación de personas mediante estas fue inventada por el francés Alphonse Bertillon, y luego mejorada en 1891 por el croata nacionalizado argentino Juan Vucetich.
Hace algunos días, científicos de la Universidad de Surrey, en Reino Unido, desarrollaron una prueba de huellas rápida y altamente sensible que puede tardar unos segundos en confirmar si alguien ha consumido cocaína.
Este nuevo avance, publicado en Clinical Chemistry, surge como resultado del primer estudio a gran escala de usuarios de cocaína y podría allanar el camino para la detección de una gama de otras sustancias de clase A.
