Chilpancingo, Guerrero.- Esta tarde el Congreso de Guerrero aprobó la licencia para separarse del cargo por tiempo indefinido al presidente municipal de Chilpancingo, el priista Marco Antonio Leyva Mena, y le tomó protesta a su suplente, Jesús Tejeda Vargas, quien desde hoy queda al frente de la administración pública capitalina.
El Congreso local sesionó este martes en tres ocasiones para agotar el procedimiento legislativo correspondiente a la licencia de Leyva Mena, quien abandonó el cargo luego de las presiones políticas y sociales que le generaron el problema de la basura e inseguridad que padece la capital, así como su distanciamiento con el partido que lo llevó al poder, el PRI.
Tejeda Vargas llegó al Congreso cobijado por la clase empresarial, principalmente de agremiados de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), quienes lanzaron porras al nuevo primer edil, consumándose así la caída en el poder de Leyva Mena.
En breves declaraciones luego de rendir protesta ante el Legislativo, el presidente municipal suplente informó que realizará un análisis detallado para conocer el estado en el que se encuentra la administración y dijo que se harán cambios en donde lo considere pertinente.
“Hay que estar muy pendiente de los servicios públicos, que son tan necesarios e importantes, y que finalmente la ciudad recobre la confianza de las autoridades, que nos comprometemos a que las cosas caminen siempre como tienen que caminar”, expresó.
-¿Habrá cambios inmediatamente en la cuestión administrativa?
-Yo creo que habría que hacer una valoración bien, y si los cambios son necesarios, los tendremos que hacer en su momento.
No defenderemos lo indefendible: PRI
Previo a la aprobación de la licencia, las diferentes fracciones parlamentarias fijaron postura respecto al papel que desempeñó Leyva Mena en el gobierno capitalino.
En representación de los diputados priistas, subió a tribuna Eusebio González Rodríguez, quien llamó a los partidos de oposición a no sacar ventaja política, esto luego de las críticas que el PRD y Morena hicieron al gobierno de Marco Leyva.
Afirmó que la licencia está apegada a lo que establece la Ley Orgánica del Municipio Libre, y expresó que su aprobación y la decisión de Marco Leyva de separarse del cargo es un acto de congruencia, atendiendo así al clamor de la población de Chilpancingo.
“No hay que usar la tribuna para sacar ventaja política, esto es un acto de congruencia, si el alcalde decide pedir licencia creo que como fracción estamos del lado de la legalidad y vamos a respetar su derecho, no vamos a defender lo indefendible, ni vamos a hacer acusaciones al aire, lo que debemos mostrar es la madurez de esta tribuna”.
Por su cuenta, la coordinadora de la fracción parlamentaria del PRD, Erika Alcaraz Sosa, manifestó que los juicios de revocación de mandato que fueron promovidos en contra de Leyva Mena previo a su solicitud de licencia, estaban bien sustentados.
“La determinación de quienes formamos el grupo parlamentario del PRD para acompañar, y en su momento votar a favor de la revocación de mandato es la reiterada omisión en la prestación del servicio de la recolección, traslado, tratamiento de los residuos sólidos, urbanos que ha ocurrido en el tiempo que ha fungido como presidente municipal el ciudadano Marco Antonio Leyva Mena”, expresó.
En tribuna, la legisladora indicó que la postura del PRD no es personal, y se basa estrictamente en las deficiencias de la administración capitalina en los casi dos años que Marco Leyva estuvo al frente del gobierno.
En su oportunidad, el coordinador de los diputados de Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja expresó que el problema de inseguridad y la falta de servicios no son privativos de la capital e hizo un llamado a los alcaldes a que cumplan las obligaciones que establece la Constitución.
En tanto, la diputada de Morena, María de Jesús Cisneros Martínez, criticó que el Congreso local haya aprobado la licencia en un procedimiento “fast track”, sin que previamente se concediera el derecho de audiencia a Leyva Mena, aunque afirmó que la administración del priista fue “pésima”.
“Al Gobierno de Guerrero y al PRI, se les hizo bolas el engrudo con el caso de Marco Antonio Leyva, porque al final exhibieron su pleito interno y la pérdida de institucionalidad y respeto a la legalidad (…) La confrontación es política y quedó exhibida desde la fracción parlamentaria del PRI en esta legislatura, que le anunció la revocación de mandato vía juicio político, para hacerlo que pidiera la licencia como finalmente ocurrió”.
Indicó que el priista ya no podía con los problemas de la capital, “su administración había sido rebasada por la inseguridad, la falta de destino de la basura, baches por todas las vías y falta de alumbrado público en la ciudad, entre problemas de funcionarios inmersos en corrupción entre otros”.