Acapulco, Guerrero.- Javier Solorio Almazán es un médico acapulqueño que cree profundamente que Acapulco tiene remedio con honestidad; confía en que Acapulco puede volver a ser lo mejor, incluso mejor que en la época de oro. “Los acapulqueños somos lo máximo”, asegura.
Pero también es un ser humano excepcional, puesJavier Solorio Almazán, creo la fundación altruista de Reconstrucción Bioxicosocial de Cáncer de Mama (Rebicam), que junto con otros doctores ha cambiado la vida a más de mil mujeres que han sido mutiladas por el cáncer de mama.
La mutilación física y mental de la mujer cuando pierde uno de sus senos por el cáncer es solo parte del camino tortuoso que enfrenta, muchas veces en soledad, afirma el cirujano plástico certificado, Javier Solorio, quien ha realizado más de mil cirugías de este tipo y cambiado la vida a mujeres en ocho estados del país.
“Cuando una mujer pierde su seno, no es solo una parte anatómica, es el signo más importante de la mujer, es algo que llevan tatuado en la mente, es el puente con el bebé cuando lo amamanta, con el ser más amado que es un hijo. Una mujer cuando no tiene su seno se siente mutilada”, afirma.
Ante esa travesía de dolor, y muchas veces de abandono familiar, el lograr obtener una reconstrucción gratuita de mama se convierte en un proceso generador y curativo, tanto físico como del alma, dice el presidente y fundador de Rebicam, una fundación que tiene el respaldo de artistas de la farándula, empresarios, políticos y cientos de mujeres a las que ha cambiado la vida en México.
Javier Solorio sostiene que cada mujer que logra tener una reconstrucción gratuita de seno se traduce en un bien personal.
“Tenemos muchos casos de mujeres que perdieron su trabajo, perdieron su esposo, pero las hemos reconstruido y están con nuevos trabajos y con una vida exitosa. Es como resurgir”, asevera.
Sin embargo, lamenta que a diferencia de otros estados que se han preocupado por esta situación y han respaldado la iniciativa de reconstrucción gratuita de senos en mujeres con cáncer, en Guerrero solo el ISSSTE ha hecho se ha sumado a este proyecto, beneficiando a derechohabientes con reconstrucciones de mamas gratuitas.
Rebicam requiere mayor respaldo de las autoridades, de los tres niveles de gobierno, con prestar sus quirófanos, así como insumos, pues los implantes, suturas especiales y la cirugía corre a cargo de la fundación, explica.
Un acapulqueño ejemplar
Javier Solorio es acapulqueño, pero durante 13 años se enfocó a especializarse en reconstrucción de mama, en Houston, Estados Unidos. Desde 2007, cuando concluyó la especialidad, inició con las operaciones gratuitas, y hasta el momento ha logrado cambiar la vida de más de mil mujeres de ocho estados del país.
“Mi tesis del certificado fue en reconstrucción mamaria. Siempre he pensado que lo mejor que podemos hacer es regresar algo a la sociedad en la cual creciste, mi Acapulco, y a mi estado. Desde 2007 lo empecé hacer de forma gratuita, aquí en Acapulco, sin cobrar”.
Lo difícil, de la reconstrucción del seno, comenta este cirujano, aparte de los altos costos que representa, unos 400 mil pesos en hospitales privados, es también encontrar a los médicos especializados, porque no muchos, aunque sean certificados, pueden hacer reconstrucción mamaria, esto es lo complicado”, precisa.
Lo que hace la fundación Rebicam es ayudar a las mujeres que han perdido sus senos a recuperarse, les pone médicos especializados en reconstrucción mamaria sin ningún costo, lo único que requieren es que los estados ayuden con las salas hospitalarias y otros menesteres.
Detección de cáncer, botín político
En entrevista con Bajo Palabra, el cirujano plástico certificado lamentó que en tiempos de campañas electorales es cuando gobiernos y partidos políticos emprenden campañas masivas de detección de cáncer de mama, con pruebas mal tomadas, sin personalizar al paciente y generando un mayor daño en la mujer.
Recuerda que en 2010 se constituyó bien la fundación “y empezamos a operar, por primera vez en las instalaciones de Salud Municipal. Ahora ya lo hacemos en ocho estados del país”.
“En muchos de los estados, los gobernantes saben que se pueden hacer mastografías masivas y no se personaliza a los pacientes. Muchos lo usan como campaña, yo he visto esas campañas donde los que pretenden ser candidatos andan con su mastógrafo y hacen mastografías a diestra y siniestra”.
“Estas mujeres se ausentan de sus trabajos, la historia es la misma, porque las terminan despidiendo, porque el patrón no entiende que es una enfermedad devastadora”. “En cuestión familiar también. Más en Guerrero donde muchas mujeres son el pilar de su familia. Se ha visto que incluso con los matrimonios hay disfuncionalidad, terminan separadas. Es algo fatal para la mujer, en verdad”, dice.
“Se debe llevar un registro personalizado, con un especialista, un mastógrafo especial y que sepa leer la mastografía. Por que se da el caso que les llegan las mastografías, ni conocen al paciente, con imágenes mal tomada, entonces estos programas masivos perjudican más porque no se pueden hacer diagnósticos correctos. Lo usan de forma política más que nada”, asegura.
La detección oportuna de cáncer de mama está marcada en la norma de Salud federal, apegada a la de países europeos, esto porque desde hace 10 años, la Asociación Americana de Cáncer estimó que una de cada nueve mujeres en México padecerán esa enfermedad, finaliza.
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