Guerrero. Opinión– Félix Salgado Macedonio ha estado ausente de eventos públicos en las últimas dos semanas y no es para menos, tiene una denuncia penal por violación pero esto no parece importarle, al contrario, el senador con licencia tiene a más de uno inquieto y mantiene en vilo a sus seguidores, pues aún no queda claro si ya se bajó de la contienda, si lo bajaron, o sigue en la búsqueda de la candidatura a gobernador por Morena.
Desde que el pasado 11 de noviembre, cuando Milenio dio a conocer que el llamado “Toro sin cerca” “fue acusado de haber cometido abuso sexual, en al menos tres ocasiones contra una mujer que trabajó para él en el 2016”, el senador y ex alcalde de Acapulco, se ha movido con cautela, opaco, sin dar la cara ni tocar el tema del que se le acusa.
Sus actividades en redes sociales han disminuido considerablemente y la última vez que se le vio en un evento público fue el 20 de noviembre en la reunión a la que convocó el senador y enlace en Guerrero Salomón Jara, su amiguísimo, en la que participaron todos los aspirantes de Morena a candidatos a gobernador, sin embargo, durante toda la reunión, “El Toro” estuvo cabizbajo, con las manos caídas y un poco incómodo, como fuera de lugar.
Acosado por una denuncia que busca evadir, Salgado Macedonio ya no asistió a la reunión convocada el 26 de noviembre por el presidente de Morena, Mario Delgado Carrillo y la secretaria General, Citlalli Hernández.
El primer mensaje puede ser que no asistió para marcar la diferencia y mostrar el poder que tiene en la entidad, aún con la demanda por violación que pesa sobre él y de la que, los diarios locales, optaron por no hacer eco, sospechosamente.
No obstante, pese a esta acusación grave, este político polémico sigue manteniendo el apoyo de sus seguidores en redes sociales, tal vez porque Guerrero es un estado altamente machista, o porque el movimiento feminista teme meterse de lleno con el senador, como sí lo ha hecho en otras ocasiones con personajes menos populares y poderosos.
Por otra parte, también pudiera caber la posibilidad de que al fin le entró la prudencia al “Toro sin cerca”, y tras analizar mejor su situación, en un proceso de autoanálisis y profunda reflexión, haya decidido regresar al Senado y concluir su periodo de manera tranquila pero aportando al proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Hay quienes piensan que otro de los mensajes puede ser que buscará ser candidato por otro partido o coalición, cosa realmente descabellada, pues siguiendo a su amigo y defensor, el senador Ricardo Monreal, “no se peleará con la historia”.
Otro escenario, es que solo pudiera estar jugando con los tiempos, de aquí al viernes 4 de diciembre, cuando se sabrá si finalmente se registra o no. Por mientras, una de sus últimas publicaciones en sus redes sociales dice “amigos y amigas seguimos trabajando, construyendo la cuarta transformación en Guerrero, ánimo hay Toro”.
Habría que ver entonces si el Comité Ejecutivo Nacional de Morena acepta el registro de Félix Salgado, sobre todo, considerando que uno de los requisitos de su convocatoria establece que “El registro de los/as aspirantes podrá ser cancelado, o no otorgado, por violación grave a las reglas establecidas en el Estatuto y esta Convocatoria a juicio de la Comisión Nacional de Elecciones y el Comité Ejecutivo Nacional. Queda estrictamente prohibido que los/as aspirantes realicen acusaciones públicas contra el partido, sus órganos de Dirección u otros aspirantes o protagonistas, o cometan actos de violencia física contra otros miembros o el patrimonio del partido. La falta a esta disposición será sancionada con la cancelación del registro de la precandidatura correspondiente”. A esto se suma también el 3 de 3, el protocolo contra la violencia machista hacia las mujeres, que Morena como partido está obligado a respetar.
Será una prueba de fuego y de congruencia ética y moral para el partido que se mantiene arriba en las preferencias electorales en el estado, y por cierto, un partido que no ha fijado ninguna posición formal sobre el caso Salgado Macedonio.