Guerrero. Opinión– A menos que Félix Salgado Macedonio, senador con licencia y designado coordinador de Morena en Guerrero, demuestre que las acusaciones por violación en su contra son falsas o inventadas, es poco probable que llegue a ser un candidato aceptado por el Instituto Nacional Electoral (INE), dado que el Consejo General está obligado aplicar la normativa 3 de 3 contra la violencia de género.
La iniciativa 3 de 3, elevada a ley normativa, consiste en que las y los aspirantes a una candidatura no se encuentren en ninguno de estos supuestos:
“No contar con antecedentes de denuncia, investigación y/o procesamiento y, en su caso, no haber sido condenado o sancionado mediante resolución firme por violencia familiar y/o doméstica, o cualquier agresión de género en el ámbito privado o público”.
“No contar con antecedentes de denuncia, investigación y/o procesamiento y, en su caso, no haber sido condenado o sancionado mediante resolución firme por delitos sexuales, contra la libertad sexual o la intimidad corporal”.
“La propuesta 3 de 3 contra la violencia se implementará con la presentación de buena fe y bajo protesta de decir verdad en un formato que las personas que aspiren a un cargo de elección popular deberán presentar a los partidos políticos para que ellos realicen las postulaciones ante las autoridades electorales”, dice la consejera del INE, Carla Humphrey. Esto quiere decir que si Félix le dijo a Morena que no tiene ninguna denuncia por agresión sexual, mintió y la dirigencia nacional del partido se vuelve cómplice del delito de falsedad de declaración.
“Nuestra obligación como autoridades electorales es revisar este registro para ver si una persona registrada, determinar la causa, que ahí vendrá, y con base en eso hacer un análisis para ver si esta persona puede o no ser postulada para un cargo de elección popular”.
Entonces, una cosa es que Morena como partido haya decidido violar el acuerdo que firmó ante el INE, al ignorar los Lineamientos para que partidos políticos prevengan, atiendan, sancionen, reparen y erradiquen la violencia política contra las mujeres en razón de género, que incluye el 3 de 3, y haya designado como coordinador de sus acciones electorales en Guerrero a alguien que tiene un antecedente de denuncia, o investigación por violación, como lo es el caso del senador Salgado, y otra muy diferente que el INE vaya a validar ese registro.
Hay un tramo muy largo entre ser nombrado coordinador por Morena por haber ganado una supuesta encuesta, y otra muy diferente que el Consejo General del INE acepte a una persona con graves acusaciones de violencia sexual en su contra para ser candidato a gobernador. La disposición aprobada dice expresamente: “No contar con antecedentes de denuncia, o investigación”, es decir que basta con solo haber sido denunciado de haber cometido algún tipo de abuso sexual, y Félix tiene dos sendas demandas.
Salgado Macedonio y sus seguidores suponen que la ley no debe aplicarse en su caso porque el pueblo lo quiere mucho. Pero esta es una falacia que inventan para evadir un delito grave. Aquí no se trata de si el pueblo quiere a Félix, sino que Félix cometió, aparentemente, un delito grave dos veces y tiene qué responder por eso. De esto se trata este asunto, no si el pueblo quiere o no al senador.
Hace apenas unos meses, por menos de las acusaciones que hoy enfrenta este senador de Morena, decenas de hombres, músicos, artistas, periodistas, científicos, etc., fueron estigmatizados, acosados y difamados en las redes sociales por supuestas víctimas anónimas, algunos fueron orillados al suicidio, a otros les dañaron por siempre sus vidas, mientras que ahora al llamado Toro sin Cerca, con dos denuncias de violación encima, nadie le dice nada y hasta lo premian con una candidatura.
Para que el registro de Félix sea aceptado por el INE, en estricto apego a la ley, deberá demostrar que las acusaciones son falsas, inventadas, irreales, prejuiciosas o si se trata de algún torpe montaje de la fiscalía de Guerrero para dañarlo, no obstante, lo mínimo que deben exigir las y los interesados en este tema, es que la Fiscalía informe por qué no le dio curso a la carpeta de investigación contra el senador y exigir el estricto cumplimiento de la ley.
Por donde se vea, en este asunto existe una intención de traslapar, de invisibilizar, de tergiversar los señalamientos contra Félix, pero también hay algo más de fondo en todo esto de la carpeta de investigación contra Salgado, incluso no se puede ocultar que el gobernador Héctor Astudillo haya visto aquí una invaluable oportunidad de negociación.
Como sea, lo cierto es que hasta el momento el senador no ha dicho si las acusaciones en su contra son falsas. Su estrategia ha sido evadir el tema, apostar a la inercia, a la invisibilidad y a la desmemoria. Apostar a la impunidad y al pacto entre poderes facticos. Sin embargo, el reglamento del INE es claro, señala que ningún aspirante a candidato debe “contar con antecedentes de denuncia”, o estar siendo investigado. En los dos supuestos esté Félix.
El delito que se le imputa al senador de Morena no es cualquier cosa, está tipificado como delito grave que una vez presentada la denuncia se persigue de oficio. No por nada el exfiscal de Guerrero, Xavier Olea, afirmó que Salgado en lugar de haber sino nombrado coordinador de Morena, debería estar preso, pero hasta la fecha ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto. Olea era el fiscal de Guerrero cuando se presentó la denuncia contra Salgado.
Por un lado, es cierto que Morena no podría negarle el derecho al exalcalde de Acapulco por el PRD a participar como aspirante, ni a ser encuestado, pero también ese partido está obligado por ley a respetar los Lineamientos para prevenir, atender, sancionar, y erradicar la violencia contra las mujeres en razón de género, cosa que no respetó, por lo que solo es necesario que alguien presente la queja correspondiente para que el INE tome cartas en el asunto.
El tema de las acusaciones de violación contra un senador de la República no son poca cosa, si se dejan pasar o se minimizan, tanto Morena como el INE, y el propio Senado, estarían sentando un grave precedente de impunidad en afectación directa a los derechos de las mujeres. Estaría mandando el mensaje que no importa que tan grave sea la denuncia, cuando los acuerdos políticos se imponen al cumplimiento de la ley.
Así las cosas, la transcendencia de las acusaciones contra el senador Félix Salgado, implican un poner a prueba a la autoridad electoral, a Morena como partido, y a la propia administración de justicia.
No se trata ya de una simple pelea callejera por una candidatura, se trata del cumplimiento estricto de la ley, por eso, resulta risible que cuando Félix Salgado dice que buscará a los demás aspirantes para ponerse de acuerdo en la unidad de Morena, nadie le haya respondido que no hay nada en qué ponerse de acuerdo si antes no aclara las acusaciones en su contra. El único acuerdo es con el cumplimiento de la ley, porque si Morena privilegia los acuerdos y la impunidad por encima de la ley, de nada habrá valido eso de la 4T.
Cualquiera de las o los aspirantes de Morena por la candidatura a gobernador de Guerrero que se reúna con Félix y lo respalde, estará enviando el mensaje de que no le importa para nada la violencia contra las mujeres de Guerrero, de que no les importa el respeto de la ley, y si nada de eso es importante, entonces los ciudadanos no tendrían nada qué hacer votando por Morena.
El partido del presidente López Obrador gana y se fortalece respetando la ley, mientras que los acuerdos en los oscuro lo debilitan. Por esto, más que nada, ese partido está obligado a transparentar la supuesta encuesta que según aplicó en Guerrero para designar a Salgado Macedonio como coordinador electoral, que no candidato.
Por último, hay que poner atención a esta imagen. En el hipotético caso de que Félix prospere y quede como candidato, y luego como gobernador de Guerrero, sin haber aclarado estas graves acusaciones de violencia sexual, ¿ven ustedes a un AMLO y su esposa Beatriz, celebrando y tomándose una foto feliz con el llamado Toro sin Cerca?