México.- En el mes de diciembre del año pasado, apareció púbicamente el llamado Cártel de Hidalgo dejó mensajes junto a los cadáveres de un hombre y una mujer asesinados en la localidad de San Pedro Tlaquilpan, en Zempoala, y al día siguiente mató a tiros a dos más en la calle Ignacio Pavón de la colonia La Raza, en Pachuca.
Antes, el 21 de diciembre, vecinos de la colonia Lázaro Cárdenas, en el municipio de Zapotlán, Hidalgo –a 20 kilómetros de Pachuca– reportaron al número de emergencia 911 un olor fétido en un camino de terracería, en el que, inferían, podría haber un cadáver, porque se apreciaba la figura de una persona inmóvil.
Al acudir al sitio, la policía municipal encontró el cuerpo de un hombre de aproximadamente 25 años con varios tiros en la cabeza. Junto a este joven, que vestía sudadera gris, pantalón negro y tenis blancos, había una cartulina alusiva a los presuntos responsables del homicidio: “Cártel de Hidalgo”.
Tres días antes, el 18 de diciembre, dos cuerpos con señales de tortura y el tiro letal en el cráneo fueron hallados en un paraje entre los límites de Pachuca y Zempoala. También, junto a los restos de estas personas de entre 30 y 35 años, se encontró un mensaje con la misma firma, que es la primera identificada por las corporaciones de seguridad.
El autodenominado Cártel de Hidalgo ha seguido con los asesinatos en la zona metropolitana de Pachuca, donde seguridad estatal sólo reconoce a una célula encargada del comercio de droga, “Los Pepes”, a la que le antecede la historia como pandilla en los barrios altos de la capital, que surgió como mafia con la venta de piratería y escaló al narcomenudeo, pero donde inteligencia federal presume la operación de Los Zetas Vieja Escuela y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) como principales organizaciones que controlan giros delictivos, y también se dedican al lavado de dinero mediante comercios y empresas fachada. (Fuente Apro)