México.- El presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su equipo tienen un diagnóstico correcto de los principales problemas de México, así como de los temas a los que se debe dar prioridad, y un apoyo tan amplio de los votantes significa que ellos están de acuerdo resultados más justos para México.
Así lo afirmó Gabriela Ramos, directora de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), quien sostuvo hoy un intercambio con los medios de comunicación para presentar el estudio ¿Un ascensor social roto? Cómo promover la movilidad social.
De acuerdo a su apreciación, las y los mexicanos estamos de acuerdo en que “la corrupción se ha convertido en una carga para el desarrollo de México, porque se ha vuelto una ofensa para los que estamos trabajando día a día, con medios honestos y es simplemente inaceptable que, teniendo un país con tantas necesidades, se desvíen los recursos”.
Dijo coincide en el diagnóstico del próximo gobierno federal en cuanto a que se debe atacar “la pobreza, la desigualdad y la gran disparidad”, razones por las cuales los votantes optaron por AMLO.
Agregó que “el hecho de que se ponga la prioridad en la necesidad de tener resultados más justos para México es bastante positivo y además un mandato tan sólido como recibieron quiere decir que los mexicanos están de acuerdo”.
La representante de la OCDE informó que ha tenido contacto con el equipo del presidente electo y que siente entusiasmo porque muchos de ellos “están muy comprometidos con el manejo de la información que genera la OCDE de acuerdo con las mejores prácticas internacionales”.
A todo ello Gabriela Ramos dio un peso extra al respaldo que el presidente electo recibió en las urnas. Por ello, dado el panorama de los problemas que aquejan al país, “con el apoyo de los mexicanos será más fácil avanzar”, señaló.
Al ser cuestionada sobre el cambio de rumbo que el presidente electo pretende realizar respecto a la Reforma Educativa que ha puesto en marcha el gobierno federal actual, Ramos respondió que lo importante en mantenerse enfocados en las metas que deben perseguirse en este sector: “Nosotros apoyamos y valoramos la evidencia internacional y creemos que si los cambios ponen énfasis en la calidad de la educación, garantizan que seguirá el incremento a la cobertura educativa, si consiguen elevar la escolaridad e incrementar los recursos a la educación de calidad, cualquier definición apuntalando los resultados educativos actuales, será interesante el esfuerzo.
Acerca del el estudio: ¿Un ascensor social roto? Cómo promover la movilidad social, la funcionaria de la OCDE ofreció datos cruciales para México.
Por ejemplo, a México le toma hasta 11 generaciones (cada generación cuenta por 30 años) lograr que una niña o niño en situación de pobreza salte a un estrato promedio de ingresos. Este traslado se llama “movilidad social” o “movilidad intergeneracional” para los estudios especializados en pobreza. Países como Colombia comparten el mismo destino.
Argentina y Brasil se toman 6 generaciones, mientras que Dinamarca, Noruega, Finlandia y Suecia necesitan sólo dos o tres generaciones para llegar al nivel de ingreso promedio.
“El estudio confirma que las desigualdades prevalecen a lo largo del tiempo y se transmiten entre generaciones”, dijo.
“El futuro se determina donde nacimos y esto es preocupante”, por lo que el 70 por ciento de quienes nacen en situación de pobreza morirán en las mismas condiciones, mientras que 1 de cada dos hijos de padres directivos se convierte en directivo.
Gabriela Ramos indicó que no sólo influye el nivel de ingreso para activar la movilidad social: también inciden factores como la educación de los padres, el barrio donde se vive, las redes sociales, la calidad de las escuelas y los docentes a los que se tiene acceso, así como la capacidad de madres y padres para orientar a sus hijos (as) y transmitirles competencias no cognitivas como la disciplina y la autoestima.
Finalmente, la titular de la OCDE hizo notar que el fenómeno de la movilidad social está directamente relacionado con las políticas públicas, por lo que éstas deben favorecer la inclusión de niñas y niños desde temprana edad a la educación básica y sistemas de salud.
