Ciudad de México.- Padres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa escucharon una misa en la Basílica de Ciudad México pero debido a los tumultos y la falta de organización no les fue posible ser recibidos el altar central de dicho templo.
Tras una peregrinación que llegó al atrio del centro religioso ésta fue recibida y bendecida por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, el arzobispo de Acapulco y arzobispo electo de Morelia, Carlos Garfias Merlos.
Ante la cantidad de representantes de medios de comunicación y simpatizantes del movimiento se generó un caos. Hubo empujones, gritos y personal de seguridad del templo pues señalaron que la misa era privada.
Al concluir la homilía Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, lamentó los hechos.
“Tensa (misa) por este trato humillante de parte de las autoridades de la Basílica hacia los padres de Ayotzinapa”, reprobó el activista.
Relató que fue el obispo Vera el que reclamó durante la celebración religiosa que ésta no se haya efectuado en el altar central y añadió que debido a que simultáneamente se realizaba una misa poco era lo que se escuchaba de la homilía de Vera y Garfias.
Personal de comunicación social de la Basílica advirtió a la prensa que la misa sería privada y en la capilla número seis, y que habían sido los padres los que así lo habían determinado.
Sin embargo, Rosales negó esta versión e indicó que fueron autoridades del templo las que determinaron las condiciones de la celebración religiosa.
Asimismo, Rosales señaló que en la misa cuatro policías federales custodiaron la realización de este acto e impidieron que los familiares tomaran fotos o videos.