El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó hoy a las Fuerzas Armadas de su país que destruyan de inmediato cualquier blanco en Siria que amenace a las tropas rusas o a su infraestructura.
En una reunión con la junta directiva del Ministerio de Defensa de Rusia, Putin pidió este viernes al ejército “actuar muy duro” contra todo lo que represente una amenaza para “nuestras fuerzas o nuestra infraestructura” en ese país.
Advirtió también contra “todos aquellos que intenten organizar cualquier provocación contra nuestros soldados” y aseguró que ya se han tomado medidas adicionales para garantizar la seguridad de los militares y bases aéreas rusas.
Refirió que se fortaleció la seguridad con nuevos grupos de aviación y sistema de defensa antimisiles, “aviones de combate ahora llevan a cabo operaciones al amparo de los aviones que están en misiones” contra el yihadista Estado Islámico (EI) y otros grupos en Siria.
La campaña combinada de las Fuerzas de Defensa Aeroespacial y de la Marina de Rusia, con el uso de nuevos sistemas de armas de alta precisión, ha causado graves daños a la infraestructura terrorista y ello “debe cambiar cualitativamente la situación”, en ese país, dijo.
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El jefe del Palacio del Kremlin también ordenó al Ministerio ruso de Defensa que coordine las acciones en Siria con el puesto de mando de la coalición aérea internacional liderada por Estados Unidos, de acuerdo con la agencia informativa TASS.
Explicó que el objetivo de la cooperación es garantizar la seguridad de los vuelos que conducen los países que participan en la lucha contra el terrorismo en Siria.
Insistió en que los terroristas en Siria representan una amenaza directa a Rusia y que las acciones rusas se llevan a cabo para proteger al país y no por intereses geopolíticos abstractos.
Rusia lanzó una campaña aérea con más de 50 aviones de combate contra objetivos de los combatientes islamistas en Siria, a petición del presidente de ese país Bashar al-Assad, el pasado 30 de septiembre, y a mediados de noviembre incrementó el número a 69 aeronaves.
Según ha informado el Ministerio de Defensa de Rusia, sus aviones se ha centrado en la destrucción de campos de extracción, almacenamiento, transporte y refinación de petróleo que están en manos de los combatientes.
El grupo EI, autoproclamado así en 2013, es de naturaleza yihadista fundamentalista y busca establecer un califato en gran parte de Siria e Irak, países en los que ha aprovechado los conflictos internos para expanderse e instaurar la interpretación extremista de la Ley Sharia.
A partir de diciembre de 2014 ha ocupado grandes áreas en ambos países, principalmente en la regiones que cuentan con riqueza petrolera, pues es la fuente de sus ingresos.
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