Cientos de personas se manifestaban este día en Sao Paulo y en Brasilia para protestar por la toma de posesión del cargo de ministro de la Casa Civil del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que debe juramentar la mañana de este jueves.
En un clima de aguda crisis política, cientos de manifestantes protestaban en la Avenida Paulista de Sao Paulo —donde anoche más de cinco mil personas se congregaron— y en la Explanada de los Ministerios, en Brasilia, donde se sitúa la sede del poder Ejecutivo y Legislativo brasileño.
La tensión política en Brasil se exacerbó este miércoles después de la publicación de unas grabaciones telefónicas interceptadas ayer por la policía de la Operación Lava Jato, en las que la presidenta Dilma Rousseff anuncia a Lula que le envía el documento de toma de posesión “en caso de necesidad”.
Los investigadores de la Operación Lava Jato, asociaciones de jueces y buena parte de la prensa brasileña, interpretan esa llamada telefónica de Rousseff como una sugerencia a Lula para utilizar el documento oficial en caso de que las fuerzas de seguridad trataran eventualmente de detenerlo por su supuesta implicación en la trama de corrupción en torno a la petrolera estatal Petrobras.
Rousseff, sin embargo, rechazó categóricamente esa interpretación y condenó la publicación de las grabaciones.
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