Guerrero. Opinión.– Si Félix Salgado Macedonio fuese candidato del PRI, Morena estaría ardiendo en su contra y hasta el mismo presidente instaría a que se investigue porque, ahora sí haría eco, #UnVioladorNoSeráGobernador.
Pero no sólo a los líderes nacionales les importa un bledo la probidad de las personas que lleguen a los cargos, a nivel nacional, Mario Delgado, ha aceptado a un montón de panistas y priistas que no contribuyen en nada al discurso del enemigo político que AMLO ha construido, como si no hubiese buenos perfiles dentro del Morena.
A la gente defensora de Félix no le interesan las víctimas. Cualquiera que conozca un poquito a Salgado Macedonio sabe que la probabilidad de la violación es altísima; así se enquistó a decenas de mujeres en el gobierno municipal. (En lo local se sabe que muchas de ellas fueron ofrecidas por sus propios padres al entonces presidente municipal a cambio de un puestecito en el gobierno, en Capama, sobre todo. Esa conducta es un pequeño ejemplo de lo que se denomina el pacto patriarcal).
Las historias que se saben de Félix no son otras sino las de sexo, drogas, alcohol y mujeres. Y es tan evidente su comportamiento que el señor se ufana en decir que no puede negar nada de lo que se le acusa, que él es así, así ha sido y así será.
A pesar de aceptar su comportamiento sus defensores exigen pruebas a las víctimas en lugar de reclamarle su falta de respeto. Por eso, la calidad moral de sus seguidores no es mejor, basta ver la cantidad de mujeres y hombres que justifican la violación, que no es posible tal o cual cosa porque la violación deja un trauma enorme que no permitiría, por ejemplo, ir a trabajar al día siguiente. Y una lista enorme de sandeces para defender lo indefendible.
De los hombres es normal oír tales cosas, pero ¿de las mujeres de izquierda?, ¿diputadas desde el Congreso, otro espacio de poder que debería velar por los menos favorecidos?
El discurso que quieren construir es que esta es una guerra sucia a consecuencia de la efervescencia política; por qué hasta ahorita se acuerdan, que por qué no antes, se preguntan. La respuesta es fácil: antes Félix uso su poder para que no se iniciara su proceso, y ahora amenaza con tomar el puesto más importante del gobierno de Guerrero. Ahora más que nunca es relevante su conducta violenta y machista, porque están a punto de llevarlo a ser gobernador. Y eso, no es cualquier cosa, ¿o les parece irrelevante?
Si Félix fue capaz de usar al sistema para encubrir sus delitos, Félix será capaz de usar el poder desde el Estado para encubrir a quienes lo encubren. Y eso, aunque les duela a los morenistas, incluye a gente del PRI que tanto dicen rechazar.
Esta configuración no es menos importante, porque encubrir es la acción por excelencia que sepulta cualquier intento de hacer justicia, sea quien sea la víctima. Lo que es una amenaza para una sola persona, en el sistema, es una amenaza para todos.
Hay una frase que dice que algunas feministas luchan hasta donde sus intereses llegan, y sí, ejemplos sobran, pero entonces no es feminismo, es el uso del movimiento para fines personales.
No obstante, el feminismo que se opone al poder, las feministas que marchan fuertes, resistentes ante la amenaza de un poder que se cierne sobre todos y todas, existen y están allá afuera protestando, aunque a muchos les parece increíble que lo hagan, piensan y dicen que seguro alguien les paga, porque en nuestra reducida capacidad de resistencia, las mujeres no pueden organizarse ni luchar solas.
Ahora esas mujeres son menos, porque las mujeres que han enarbolado el feminismo y la solidaridad como bandera política hoy están calladas -incluidas voces tan fuertes desde la academia-, sometidas, a la espera de que Félix les de un espacio, y como es el virtual candidato no hay que incomodarlo, no las vaya a dejar fuera de la jugada. Y no hablemos de los aliados, hoy todos aquellos que protestaban por las mujeres y la violencia, están también callados, alimentando a una figura que representa todo lo que prometieron deconstruir.
Los aliados también se mueven según sus intereses. Todos acomodándose a conveniencia, nunca nos interesaron las víctimas, nos interesa la promesa del siguiente puestecillo en el gobierno, el futuro inmediato, porque este estado no llegara muy lejos sin proyecto porque, aceptémoslo, todos quienes conocen a Félix saben que no puede guardar la atención por más de 10 minutos sin terminar hablando de leperadas y alusiones sexuales.
Si Félix fuera el virtual candidato del PRI, Morena estaría usando todo su poder -y ser el gobierno es casi todo- para evitar que llegara a gobernar Guerrero. Qué lástima que Félix no sea el candidato del PRI, qué pena que Morena se le esté pareciendo tanto.