México.- Carlos Rius Alonso, académico de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que el uso frecuente del oxígeno industrial para paliar los efectos del COVID-19 puede llegar afectar los pulmones, ya que la escasez del medicinal se debe a la interrupción súbita en la red de suministro.
“Utilizar el oxígeno industrial con fines médicos quizá ayudaría a resolver el problema de manera momentánea, pero si su empleo es frecuente podría traer efectos secundarios como irritación pulmonar”
Esto se debe a la creciente demanda por los tanques de oxígeno utilizados por las personas que padecen COVID-19, ya sea medicinal o industrial.
El docente del Departamento de Química Orgánica mencionó que de pronto aumentó la demanda y se requirió una gran cantidad de tanques que no se habían fabricado y, por otro lado, el proceso de llenado no es instantáneo.
El oxígeno de uso médico e industrial, detalló, se obtiene del aire de la atmósfera, pero para conseguirlo y almacenarlo en tanques pasa por varios procesos, los cuales consisten en comprimirlo, filtrarlo y enfriarlo; en esta etapa se hace la separación entre el oxígeno y el nitrógeno.
La diferencia entre el oxígeno empleado para uso medicinal e industrial es que el primero debe estar prefiltrado, a fin de evitar bacterias y que esté libre de cualquier otro tipo de gas, pues en la atmósfera se pueden encontrar contaminantes como monóxido de carbono, dióxido de carbono, vapor de agua e hidrocarburos, manifestó.
Y en el uso industrial no hay riesgo de que el oxígeno tenga otros contaminantes, porque se utiliza en procesos de combustión; en cambio, en el medicinal se necesita 99.9 por ciento de pureza.