Diversos aspectos de la vida actual, la predisposición personal y el alto nivel de presión son desencadenantes de procesos depresivos, considerados ya como un problema de salud pública, alertó el psicólogo Alberto Minor Córdova.
Refirió que la depresión se presenta cada vez con mayor frecuencia en un mayor número de personas, por lo que se trata de un padecimiento que constituye un problema de la salud pública e impacta en la productividad de las personas.
El especialista de la Universidad del Valle de México (UVM), campus Veracruz, detalló que entre las condiciones actuales se encuentran la implementación de innovaciones organizacionales y tecnológicas para enfrentar la competencia a un ritmo acelerado.
Abundó que la despersonalización que propician las grandes concentraciones urbanas, así como la enajenación que todo esto genera y retroalimenta que el trabajo se considere como un medio y no como un fin para fortalecer nuestro autodesarrollo e identidad.
Algunos síntomas, abundó en un comunicado, son alteraciones en el comportamiento habitual, disminución del interés por las actividades que realiza, pérdida importante de peso sin hacer dieta o aumento de peso e insomnio o hipersomnia.
Además de la disminución de la habilidad psicomotora, sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva, pérdida de la capacidad de concentración y pensamientos específicos de muerte o suicidio de manera recurrente, entre otros.
Minor Córdova resaltó que los profesionales en salud pueden generar programas de prevención con apoyo de algunos medicamentos; sin embargo, la terapia es fundamental para permitir que el paciente comprenda el tipo de enfermedad que enfrenta y trabajar en su causa de raíz.
Su trabajo “será más efectivo y con mejores posibilidades de minimizar estas manifestaciones en las personas, en tanto se tenga un diagnóstico más temprano que nos permita colaborar en conjunto”, concluyó el especialista.
