Acapulco, Guerrero.- El consejero de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, señaló que la legalización de la amapola ayudará a disminuir la venta y siembra irregular que existe en el estado de Guerrero, pero no se resolverá la violencia definitivamente con esta medida.
En entrevista, después del desayuno que tuvo dentro del Club de Golf Acapulco con el Colegio de Abogados Mariano Otero Mesta, Plácido Valerio advirtió que la sola la legalización de la amapola no resolverá el problema de la violencia, sino solo en una parte.
Detalló que “es necesaria la legalización para que así disminuya su venta y deje de crecer la siembra irregular. Pero hay que tomar en cuenta que la delincuencia no se va erradicar con la siembra, porque también existen otros tipos de delitos, como el robo de autos y el lavado de dinero”.
Señaló que es urgente que las autoridades vean esta situación como un problema de salud pública para poder atenderlo, pues en el estado existe un gran número de ciudadanos que son adictos a diferentes tipos de drogas.
Sobre la reforma que regula a las comunidades indígenas y borra la policía comunitaria como una figura legal, Bruno Placido mencionó que tendrán que esperar a que llegue el nuevo gobierno en el Congreso para replantear los derechos del estado, además se deberán reconocer que las propuestas e iniciativas y estrategias que han implementado para terminar con los delitos no han sido los adecuados para solucionar los problemas sociales.
Plácido Valerio consideró que es necesario un cambio de régimen político porque todo comienza a convertirse en la maña, en la corrupción, en el crimen.
“No solo lo que hoy se le conoce como el cobro de cuota y extorsión, cualquier negoció legal o ilegal es parte del crimen organizado, desde las casas de préstamos y empeños hasta el vendedor de las tortillas”, aseguró.
Pues, afirmó, no es porque se dediquen a la compra venta de drogas, sino porque de algún modo abusan de la población al aplicarles recargos e intereses moratorios volviendo a la sociedad más pobre y con falta de valores.