Por Karla Benítez / Colaboración Especial
Acapulco, Guerrero.— A los estragos del feroz huracán “Otis” y la emergencia de todos los servicios básicos, otra crisis surge en el devastado puerto de Acapulco, Guerrero.
En el municipio que se inicia a recuperar a cuenta gotas, las tarifas del poco transporte público que reinició actividades disparó sus precios entre un 60 y 80 por ciento.
Camiones, colectivos y taxis se ven por la Costera, así como en las colonias populares. El recorrido de 40 minutos de la zona de Caleta hasta la Base Naval, que antes costaba 12 pesos, ahora subió a 20 por persona.
“La gasolina está cara, no hay refacciones (se surten en Chilpancingo a dos horas del puerto), además somos pocos los que estamos trabajando”, relató don Carlos, taxista de la ruta Costera-Coloso, servicio del transporte público que tras la furia de Otis pasó de rondar los 20 pesos a 50 por pasajero.
Otro factor es la distancia, asegura Javier.
“Pagar un taxi se volvió un lujo”, señala el hombre y ejemplifica que en un Acapulco lastimado en su economía, gastó 350 pesos en un trayecto de unos 30 minutos debido al tráfico, de la playa Papagayo a la colonia Colosio cerca de la zona Diamante.
En este sector las tarifas varían sin que hasta ahora ninguna autoridad los regule. Ante esta situación, algunos ciudadanos deciden recorrer distancias bajo el sol de cinco o hasta diez kilómetros a pie para llegar a sus destinos.
“Vengo caminando de la Garita”, dijo Perla Carmona quien llegó a la colonia Icacos “de a puro raide” en una de las pocas patrullas que se ven en las calles.