Acapulco, 16 de noviembre de 2023.- Tras el paso devastador del huracán Otis el pasado 25 de octubre, la acumulación de polvo y basura en Acapulco ha llevado a algunos residentes a retomar el uso de cubrebocas como medida preventiva.
A pesar de que el cubrebocas fue una herramienta común durante la pandemia de COVID-19, la situación ambiental actual ha impulsado su uso nuevamente.
La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) ha advertido sobre un alto riesgo de brotes infecciosos en la zona debido a las condiciones ambientales críticas, que incluyen inundaciones, deslizamientos de lodo y acumulación de escombros y desechos en varias áreas de Acapulco y municipios circundantes.
De acuerdo con la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), en los primeros días después del huracán, el 25% de los pacientes atendidos por servicios de salud presentaron infección aguda respiratoria, el 20% hipertensión arterial, el 8% enfermedad diarreica aguda y el 4% traumatismos.
Jessica González Lucas, académica del área de Salud de la Universidad La Salle, advierte sobre la amenaza de la aparición y propagación de enfermedades, especialmente las infectocontagiosas como el dengue, hepatitis, tifoidea, salmonela y cólera.
Las condiciones actuales, como el estancamiento de agua sucia y la acumulación de basura, son propicias para la reproducción del mosquito transmisor del dengue. La falta de agua potable y alimentos higiénicamente preparados también aumenta el riesgo.
El director de la Promotora de Playas, Alfredo Lacunza de la Cruz, informó que el huracán Otis dejó entre 6 y 7 mil toneladas de basura en la franja costera de Acapulco, creando una situación excepcional de acumulación de desechos.
El proceso de limpieza se ha convertido en una tarea titánica, y aunque la zona costera se encuentra rehabilitada en un 95%, aún se trabaja en la recuperación completa de las playas y la remoción de escombros.